Roberto Pellejero
Perchas de plástico, botones, tijeras, espátula, una bombilla, lapiceros. Objetos cotidianos liberados de su contexto habitual y sumergidos en el mundo onírico de Roberto Pellejero. Su obra pictórica es de un exuberante cromatismo emocional, que contrasta con la técnica rigurosa y experimentada. Se diría que en ella están presentes el yin y el yang, siempre en complementario equilibrio de contrarios: el vibrante colorismo lúdico y la soledad del objeto inerte, que revela la poética intimista de los utensilios más triviales. La técnica hiperrealista de ejecución impecable, sobre un fondo de naturaleza gestual espontánea, cercano al expresionismo abstracto y en ocasiones con rasgos que recuerdan al Art brut o al Pop. El diálogo entre el mundo objetivo y el subjetivo, unas veces amable y otras de una soterrada tensión violenta. Hay árboles surrealistas, una hoja como espada de Damocles sobre la mirada del tiempo. Y muñecos de trapo, una pelota, juguetes olvidados que reclaman su lugar en este universo lírico. Hay también pequeños animales: una araña viaja en tiovivo sobre las aspas de un ventilador y las orugas se alimentan de un guante de goma que deja la carne al descubierto. Apenas hay figuras humanas, acaso alguna representación esquemática o fragmentada. Mas su huella está impresa en cada uno de estos objetos, dotando de alma a las cosas inanimadas. A veces aparecen de forma individual, como elemento central del cuadro, o bien coexisten dos o más objetos, interactuando a modo de metáfora visual. Estos lienzos están bellamente trabajados con acrílicos en veladuras o con varias capas de pintura, y técnica mixta, que incluye ceras, grafito y otros materiales que aportan texturas y relieve. El artista juega en su obra con grafismos, figuración y abstracción, simbolismos sutiles, y una elegante simetría que equilibra el ritmo estético de la composición plástica.
Vídeo con las obras de Roberto Pellejero en la web de RTVE (noviembre de 2021)