Se dice que somos de donde lo son nuestras raíces. Y, sin embargo, es en las hojas donde forjamos nuestro yo más personal. Volver al origen es leer en pasado, recorrer con la mirada un territorio que nos pertenece y que, al mismo tiempo, nos resulta ajeno. Todo parece igual, pero nada es lo mismo. Como la ola que no regresa al mar o la hoja que, una vez caída, no vuelve al árbol.

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En un mundo donde las imágenes son reproducidas en masa, la cultura popular moldea la identidad a través de patrones estéticos homogéneos. El cuerpo, antaño reflejo de lo singular, se ve ahora reducido a un ideal estereotipado, ornamental, domesticado por cánones que relegan la personalidad a un segundo plano. En esta inercia visual, el arte se alza como un espacio de resistencia, un espejo que nos devuelve la pregunta esencial: ¿qué significa habitar un cuerpo?

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Verónica Vicente, artista gallega, se sumerge en estas cuestiones a través de una obra que transita entre lo visible y lo oculto, lo efímero y lo eterno. Su trabajo explora la identidad en la sociedad contemporánea, las fronteras del cuerpo y las tensiones que emergen en el juego entre presencia y ausencia. En sus imágenes, el gesto se vuelve un lenguaje en sí mismo: un diálogo entre la memoria y el instante, entre la permanencia y la transformación. Su mirada, profundamente introspectiva, se alimenta tanto del entorno natural como de vivencias personales, dando lugar a piezas que interrogan nuestra relación con el mundo.

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A través de recursos como el camuflaje y la ocultación, su obra evoca la fragilidad y la vulnerabilidad inherentes a la condición humana. La artista opera en la intersección disciplinaria, allí donde la fotografía, la performance y la instalación se entrelazan para abrir nuevos territorios de significado. Su cuerpo, a menudo integrado en la escena como un elemento más, se convierte en materia de exploración, fundiéndose con objetos cargados de memoria en acciones que tensan la relación entre lo humano y lo inanimado.

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Los espacios en los que interviene no son meros escenarios, sino cómplices de la narración. Ya sean interiores palaciegos, paisajes desolados o entornos urbanos, cada imagen captura una atmósfera en la que la identidad parece oscilar entre lo que permanece y lo que se desvanece. Verónica Vicente nos invita a mirar más allá de la superficie, a descubrir en la quietud de la imagen el latido oculto de la existencia.

 

www.veronicavicente.es

 

@vero.vicente

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Verónica en el programa de RTVE La Aventura del Saber. Diciembre, 2025.