La obra visual de Lola González nos habla de una infancia a caballo entre los cuentos de hadas y las películas de terror sin rombo en sesión de tarde. 

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Cuentos de cartón con portada-objeto. Recortables con sabor a sábado. Monederitos con cadena dorada. El olor a galleta de las muñecas. La brumosa imagen de la tapia de un recreo. Memorias de un colegio laberinto.

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Su obra nos habla de una mente que florece convirtiéndose en hiedra asilvestrada y rara entrelazada a la belleza abandonada que la rodea.

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Tras largos veranos de sala de espera en el Sur, la hiedra regresa a casa más enredadera y loca que nunca con nuevos olores arraigados para siempre a su memoria olfativa.

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Buhardillas, baúles y armarios se abren para ella en forma de cajas desproporcionadas que alimentan su peculiar e interminable colección de objetos. Insaciable atesoradora de secretitos.

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Clavos oxidados, huesos de animales, llaves de hierro, caracolas y cromos. Hospital de muñecas rotas. Postales. Piedras. Cristalitos. Todo cabe en una caja. Inconscientemente, su primer poema-objeto.

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Así nos introduce y presenta su obra. Una constante revisitación de fotos antiguas. Mini-circos de personajes imaginarios. Reinterpretación de cuentos. Corta y pegas digitales. A veces con humor, siempre inquietantes.

 

www.facebook.com/LolaGonzalezPhotography/

Lola González en el programa de RTVE La Aventura del Saber. Febrero 2020.