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Jesús Alonso Ovejero
La tentación de abrir la aplicación de dictado, quedarme en silencio y esperar que aún así vaya apareciendo un texto en la pantalla, como si el silencio dictara o como si hubiera palabras en el aire con ganas de escribirse.
Si pudiera no escribir mis libros de nuevo, estoy convencido de que no los escribiría mejor y ése es el estímulo más saludable para continuar sin escribir.
Madame Stäel: de ella se decía que para distraerse le encantaba tirar a la gente al río y lanzarse a rescatarla.
Espero no tener que llegar a tanto para distraer las ganas de escribir, pero no lo descarto.