César Ordóñez
SOMBRAS DE MI MEMORIA
(Nogueruelas, Teruel)
Me tumbo a ver pasar el viento,
las nubes corren veloces bajo el intenso azul.
Me tumbo a ver pasar el tiempo,
que corre lento, pausado, y a veces, ni corre.
Estoy en la casa del Cerrito. Es verano.
He ido solo tras un eterno viaje en autobús.
Las paredes encaladas me acunan,
el aire montaraz me acaricia y me limpia.
Atrás queda la oscuridad de la gran ciudad.
Han pasado dos años ya
de la muerte de mi madre.
Y aquí, es lo más cerca de mí que puedo estar.
Lustros después repito el mismo viaje,
solo, en verano y también en autobús.
Para revivir, para reconocer y reconocerme.
Al encuentro de las sombras de mi memoria.
Vuelvo a la pequeña y austera casa familiar,
que como antaño, me acoge sin preguntas.
Vuelvo a sentir el calor de la libertad.
Sus viejas paredes me susurran recuerdos, y sonríen.
Vuelvo al cobijo de los cielos cristalinos,
de las frescas noches estrelladas
y de los suaves silencios
que habitan este mágico pueblo turolense.
Me tumbo bajo el majestuoso firmamento.
Nunca he contemplado una Vía Láctea tan bella.
Me tumbo a ver pasar el tiempo,
que corre lento, pausado, y a veces, ni corre.