Agustí Fernández
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New York, la ciudad de la mirada infinita (1995-2001)
“La Ciudad real se ha sustituido por la Ciudad soñada”
John Dos Passos
Cuando llegas por primera vez a New York, desde el aeropuerto JFK, y el destino te regala la oportunidad de cruzar el puente de Queensboro al atardecer, te asalta la visión magnífica del skyline de Manhattan recortado contra la luz. Entonces sientes que una trampa de oro te envuelve y te arrastra, sin que opongas resistencia, hacia los encantos irresistibles de esta preciosa ciudad. Esta experiencia extraordinaria es como un ritual mágico que despierta la mirada; una mirada que no se cansa, una mirada de fotógrafo curioso, “una mirada infinita”, como dice el título del libro al que pertenecen todas estas imágenes.
Cuando caminaba por New York durante los últimos años del siglo XX, la ciudad se me antojaba como un relato casi cinematográfico, muchas veces insólito. Me asombraba sin cesar, en cada esquina, en cada cruce de calles, en cada rumbo que elegía. Aprendí a deambular a la deriva absorto en mis pensamientos, dejando que mi mirada se guiase por los distintos estímulos visuales que el azar me brindaba: las luces de neón, las sombras que proyectan las alturas gigantescas de los edificios, los reflejos infinitos de los escaparates o el movimiento incesante de los coches. También aprendí a descifrar infinidad de mensajes icónicos en las personas que transitan por la calle, en los carteles publicitarios, en la arquitectura caótica, pero fascinante. Algunos de estos mensajes me resultaban claros porque estaban al alcance de mi mirada, otros sin embargo, fueron captados de una manera inconsciente y solo los he podido apreciar al positivar mis negativos 25 años después.
Las fotografías que componen este proyecto cierran un relato vivencial de mi paso por esta metrópolis increíble en un periodo de mi vida especialmente intenso. Observas la ciudad y la ciudad se deja observar, pero cuando llevas horas y días con los ojos activados a pleno rendimiento te percatas que la ciudad también te observa. Acabas notando que, en el fondo, es ella quien dirige tus pasos y te invita a contemplar su propia vida en todos sus detalles: reflejos, luces, sombras, expresiones humanas… Tu percepción es en color, pero pronto se transforma en blanco y negro para que puedas tener el placer visual de retener en un negativo todo aquello que ves con la mirada infinita de tus ojos penetrantes de fotógrafo. “Los fotógrafos somos coleccionistas de miradas”.
Agustí Fernández
Mi vida desde que realicé mi primera foto cuando tenía 8 años, ha estado y está totalmente interrelacionada con la fotografía. Comencé a trabajar con 18 años en el mejor laboratorio fotográfico profesional de Barcelona en el año 1970 , donde aprendí las bases y conceptos del arte fotográfico. En 1982 cofundé la galería de exposiciones Primerplano en Barcelona, en la que durante casi 5 años se hicieron multitud de expos de autores emergentes y sobre todo, para mí la mejor, la primera y gran exposición de Agustí Centelles, fotógrafo represaliado por la dictadura, con el material negativo que escondió en Carcasone terminada la guerra civil española y que no vio la luz hasta 37 años después. En 1987 fundé el espacio y laboratorio fotográfico Primerplano en Barcelona. En el 2013 cofundé el espacio y laboratorio fotográfico Visualkorner en Barcelona. He realizado exposiciones de mi obra en diversas galerías y certámenes.
Mis proyectos casi siempre tienen una relación y conexión muy estrecha con la Naturaleza y sobre todo con el Tiempo.Sin embargo este proyecto “New York la ciudad de la mirada infinita” es básicamente mi mirada de hace 25 años a una ciudad que me fascinó desde el primer día que la pisé e hizo desarrollar un trabajo continuado durante unos años para culminar después del tiempo en un proyecto expositivo y sobre todo en un libro que publiqué en Diciembre del 2022.
