Aníbal Ortizpozo
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“Cuando pienso en mi país, Chile, no sólo en Septiembre, me duele mi ser, me agrieto al caminar, me ofusco al dormir. Allí asenté mis huellas, sobre la piedra, los muros, la tela y el papel.
Fuera de él busqué a la gente entre los miles de rostros el que me fuera familiar, para atrapar el perdido hilo de la vida anterior. Hoy lo puedo decir, la pintura, la poesía, el arte total, existen realmente fuera de mí, como un mundo más allá del de la inmediatez; el mundo trascendente, en ocasiones inalcanzable, pleno de signos, señales y sentido referidos al visible, de la vida cotidiana, de las angustias, de las alegrías de vivir intensamente. La captura de ese mundo paralelo trascendente dentro de la conciencia, siempre será uno de los más grandes desafíos de mi producción artística.
Al enfrentar la realidad, no sólo como algo terriblemente enigmático, sino también doloroso, siento que me habitan una suma de pensamientos y vivencias acumuladas de seres humanos de todos los tiempos: ideas sobre la justicia social, amor, amistad, solidaridad y sobre todo la defensa de los más débiles o como aquellas que dictaban desde las alturas las divinidades andinas, “Ama Sua, Ama Quella, Ama Llulla” (en quechua, No seas ladrón, No seas ocioso, No seas mentiroso).
. Y es que en la creación de una obra artística el ser humano no sólo está luchando por su sobrevivencia física, sino obstinadamente por su existencia espiritual.
Por eso, pienso que las ideas nuevas, audaces, revolucionarias, en los movimientos artísticos, no deben permanecer alejadas de la ética, incorporándola a la obra con imaginación política, sentido común y convencimiento apasionado. De estas fuentes surgen las imágenes y mensajes de Caminar Ausencias, El Jardín del Mal, Revelaciones y Resistencia, todas como poéticas de un compromiso que no cesa, apoyar las causas nobles de la humanidad.”
Creador de Arte Total, Profesor Universitario, refugiado político de la dictadura chilena, reside en Venezuela desde 1976, donde mantiene una intensa actividad artística y docente.
Es además, un pensador crítico, cuestionador de estereotipos, un provocador en su modo de interpretar el mundo, siempre aferrado a una conciencia ética e imaginación política. Sus reflexiones expresadas en ensayos y artículos, son difundidos en medios impresos y digitales.
Su obra artística multidisciplinaria incluye dibujo, pintura, escultura, instalaciones, poesía visual, arte digital, email-art y videos que frecuentemente están presentes en eventos, exposiciones en Venezuela y el exterior, obteniendo el reconocimiento del público y la crítica especializada.
pintura
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poesía visual
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El ser humano hoy, no sólo se muere de viejo, sobredosis o tristeza, muere en tierra envenenada, con la piel brotada por el uso de pesticidas, herbicidas, fertilizantes y transgénicos. La más grande empresa química del planeta, Monsanto, está señalada como una de las principales responsables. Su descaro y poder, es un monumento a la impunidad sostenida, contrariamente a lo que dice su lema, “Alimento, salud y esperanza”, allí donde ella se presenta, trae la muerte, contaminación, enfermedades y destrucción del medio ambiente, junto a cientos de corporaciones transnacionales asociadas entre ellas, contra la vida en el planeta.
Monsanto, es responsable de las enfermedades, contaminación y muerte de millones de vietnamitas durante la guerra con EEUU, uno de los productos que se rociaron, un poderoso defoliante, fue el llamado Agente Naranja; y el responsable de su fabricación, ¿quién?, sino Monsanto. Hoy, el herbicida “Glifosato”, produce inmenso daño al medio ambiente, envenenando a la población y generara enfermedades. Hay casos de niños que nacen con deformaciones por la contaminación de sus madres. En la historia de estas atrocidades contra la humanidad Monsanto no está sola, Bayer, el de la Aspirina, fue como es sabido, una empresa que Hitler utilizó para gasear judíos, gitanos y republicanos españoles.
Estas industrias químicas crearon los llamados “transgénicos”, organismos genéticamente modificados (OGM) nada indica que sean seguros para la vida humana, sin embargo, sí son dañinos, se les califica de “asesinos silenciosos” y son un riesgo para la biodiversidad, porque su siembra contamina los cultivos tradicionales, sin que se pueda evitar.
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Contra la violencia machista
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Para Ortizpozo no hay barreras. No las admite. Las rechaza con desparpajo y sentido del humor. Se burla de ellas. Porque siempre estuvo asido a una conciencia ética y a una lúcida interpretación de lo que es la política. Que está en todo. En todo acto donde se haga presente al ser humano. Para él la creación es una totalidad. Por eso apela a todas las formas de expresión. La pintura, la escultura, arte digital, videos, escribe relatos, ensayos y artículos a través de los cuales aborda los más variados temas. Prácticamente nada le es ajeno. Se siente comprometido con todo cuanto es creación, formas de comunicarse, tanto a base de lo tradicional como de las más avanzadas tecnologías. Todo lo incorpora a su labor cotidiana para darle vida propia. Es así como asume la poesía para transformarla en imagen –en "poesía visual", según su definición– con el aporte que imprime a todo cuanto aborda.
En su obra siempre hay un mensaje de redención, que no es cartel o simple consigna, sino hallazgo de la síntesis que debe existir entre arte genuino y cotidianidad. Eso que él define de esta manera: "Pienso que las ideas nuevas, audaces, revolucionarias, en los movimientos artísticos contemporáneos, no deben permanecer alejadas de la ética, incorporándolas a la obra con imaginación política, sentido común y convencimiento apasionado".
José Vicente Rangel Vale. Periodista.
Extracto del Prólogo “Ortizpozo: La orgía de las formas; la carga ética y el color.” Catálogo de la Exposición “POÉTICAS DEL COMPROMISO. Aníbal Ortizpozo. Antología de su obra en Venezuela. 1976-2014”, Museo de Bellas Artes de Caracas, Venezuela, 2014